( A esos grandes amigos)
Como una niña descarriada y sin rumbo daba pasos por el mundo, perdida entre nubes de algodón deshilachadas.
Llena de sueños absurdos e ilusiones obsoletas, la mente perdida en algún lugar y en no sé dónde, en el más allá. Una ingenua Alicia, una Cenicienta de un cuento que no pudo ser, una bella sin una bestia que la protegiese. Una cautiva Rapunzel, siempre asomada a la ventana de una torre, anhelando lo que nunca iba a suceder. Una fiera salvaje, furiosa, mal herida. Presta a atacar a quién se le quisiera acercar. Siempre a la defensiva. Así estaba, así vagaba y divagaba sepultada bajo aludes de delirio y caos total.
Así la vio y no le importó, solo la observaba desde lejos, leía su mente y lentamente se acercaba a su alma. Estudiaba todos sus movimientos y poco a poco se fue acercando, sin mirarla a los ojos, sin tocarla y en absoluto silencio. Con la sabia paciencia de quién aprendió del sufrimiento se compadeció de ella y se ganó su corazón, siempre en silencio.
Domó su espíritu de pantera salvaje hasta convertirla en una dulce criatura que descansa en su regazo dispuesta a recibir esas caricias sanadoras que incondicionalmente esperan por ella día tras día, desde el momento de su primer encuentro.
Logró atravesar su alma con la fuerza con la que estalla una estrella, se compenetró con su dolor, hasta lograr fusionarse con ella, para poder salvarla. Y sin permiso, ni condición, reconstruyó sus nubes para que pudiese soñar y jugar a ser feliz a través del olvido. La volvió su princesa y la acompañó a través de sus cuentos en la búsqueda del final feliz.
Hoy este es su cuento, es su final feliz, de la mano a todas partes y hacia cualquier lugar, dos grandes aventureros.
¿Que sí soy yo? ¿Podrías ser tú? Quién sabe quién será, todos tenemos historias de una amistad que nos salvó, nos salva y nos salvará. Todos tenemos una mano tendida que nos acompañará por siempre, incondicional.
¿Tienes un cuento que contar?...
Eres parte de mí, soy parte de ti.
Aunque no estés, allí estoy. Y sé que aunque no estoy, aquí estás.