( A esos grandes amigos) Como una niña descarriada y sin rumbo daba pasos por el mundo, perdida entre nubes de algodón deshilachadas. Llena de sueños absurdos e ilusiones obsoletas, la mente perdida en algún lugar y en no sé dónde, en el más allá. Una ingenua Alicia, una Cenicienta de un cuento que no pudo ser, una bella sin una bestia que la protegiese. Una cautiva Rapunzel, siempre asomada a la ventana de una torre, anhelando lo que nunca iba a suceder. Una fiera salvaje, furiosa, mal herida. Presta a atacar a quién se le quisiera acercar. Siempre a la defensiva. Así estaba, así vagaba y divagaba sepultada bajo aludes de delirio y caos total. Así la vio y no le importó, solo la observaba desde lejos, leía su mente y lentamente se acercaba a su alma. Estudiaba todos sus movimientos y poco a poco se fue acercando, sin mirarla a los ojos, sin tocarla y en absoluto silencio. Con la sabia paciencia de quién aprendió del sufrimiento se compadeció de ella y se ganó su cora...
A veces soy solo aquello que me dicta la imaginación, a veces me enredo en palabras sin sentido para algunos y con mucho o poco significado para otros. A veces soy solo ideas. Otras veces soy frases y otras emociones. A veces soy solo el caos en la constante tormenta energética del universo... pero la mayoría de las veces simplemente soy yo y tu compañía. Eva