Sentados bajo la cálida protección del porche, ambos se hamacaban suavemente en sus mecedoras mientras disfrutaban de las suaves caricias de una mágica noche de verano en las afueras de la ciudad. El aroma campestre, el verde después de la lluvia y el sonar de los violines de la orquesta de grillos bañaban sus almas de recuerdos. -Viejo… ¿ Sabes? Puedo ver todas las maravillas de esta noche… pero me falta algo- dijo ella deteniendo el balancear de su mecedora. -Dime querida, ¿qué es aquello que te falta? -Me falta ver la luna. Puedo sentir la lluvia de su luz sobre mi rostro, pero quisiera verla… dibújame la luna. Él, tomó ambas manos de su ya muy anciana esposa y las dirigió lentamente hacia el rostro de ella. -Siente…- le dijo mientras desplazaba amorosamente las manos por el contorno de sus ojos cerrados, bajando por su nariz hasta llegar a recorrer de extremo a extremo la sonrisa que se dibujaba en su boca- Como tú, la luna esta noche así de bella se ve. Refleja l...
A veces soy solo aquello que me dicta la imaginación, a veces me enredo en palabras sin sentido para algunos y con mucho o poco significado para otros. A veces soy solo ideas. Otras veces soy frases y otras emociones. A veces soy solo el caos en la constante tormenta energética del universo... pero la mayoría de las veces simplemente soy yo y tu compañía. Eva