-La toxicidad no está en los demás, está en uno mismo y contamina a los demás. -¿ Entonces? -Primero me desintoxico a mi misma, me libero de cargas innecesarias, esas de las que pesan dentro de mí y que por el simple hecho de estar molesta y de no aceptar que vienen de mí se las atribuyo a los demás. -¿Luego? -Una vez limpio mi interior, renuevo mi ser de energías positivas ( como cuando inhalo) las retengo, pero ni bien se contaminan de nuevo las elimino ( como cuando exhalo), y las renuevo inmediatamente antes de que vuelvan a contaminar mi yo interior. Y cuando termino conmigo, vuelvo a echarle un ojo a mi entorno y es ahí donde me doy cuenta que los tóxicos no eran los demás sino yo misma. -¿ Y si lo eran? -De segura para ese entonces ya se habrán ido, porque los opuestos, en realidad no se atraen, como nos enseñaron en química, se repelen y mi entorno ya estará limpio. -¿ Y... tus amigos que piensan ante este cambio de actitud? - Si eran amigos, seguirán allí, donde quiera...
A veces soy solo aquello que me dicta la imaginación, a veces me enredo en palabras sin sentido para algunos y con mucho o poco significado para otros. A veces soy solo ideas. Otras veces soy frases y otras emociones. A veces soy solo el caos en la constante tormenta energética del universo... pero la mayoría de las veces simplemente soy yo y tu compañía. Eva