Cómo toda pareja enamorada, solían verse de lo más felices. Ella obsesionada con su hermosa sonrisa, con sus brillantes ojos y una amabilidad fuera de lo común que conquistaba a cualquiera con solo decir ¡hola! Él haciendo alarde de sus facultades para ganarse al mundo la tenía rendida a sus pies, y no había mínimo error que cometiese que no ganase con facilidad una disculpa aceptada de parte de ella. Con el tiempo la pasión crecía, pero el amor disminuía en ella al verse convertida solo en un objeto que paseaba de su mano, como la sombra que va sujeta al cuerpo y nadie ve brillar. Aún más cuando el sol está en lo alto al mediodía dejándola oculta bajo la planta de sus pies. Así se sentía con la extravagante amabilidad de su compañero quien no desperdiciaba saludo a cuanto conocido y desconocido encontrara por la calle. Pero la situación se ponía todavía peor cuando los saludos a las damas que se cruzaban por su camino se hicieron más frecuentes. El problema no eran las conocidas ve...
A veces soy solo aquello que me dicta la imaginación, a veces me enredo en palabras sin sentido para algunos y con mucho o poco significado para otros. A veces soy solo ideas. Otras veces soy frases y otras emociones. A veces soy solo el caos en la constante tormenta energética del universo... pero la mayoría de las veces simplemente soy yo y tu compañía. Eva