Esa noche la tormenta prometía arrasar con todo lo que encontrara a su paso. Mientras se desecadenaba con toda su furia nos enfrentamos a un fenómeno al que no estábamos acostumbradas y mucho menos preparadas. Las niñas comenzaron a inquietarse. Cerramos las cortinas para no ver,los árboles parecían querer sacar sus raíces de la tierra para terminar en caída libre, las fuertes ráfagas de viento se llevaban cuanto objeto encontraban a su paso. Nos sentamos en familia alrededor de la mesa amparadas bajo la tenue luz de una vela y el techo de nuestro hogar. La más pequeña de mis niñas propuso hacer una oración y con voz potente recitó: -Amado padre del cielo, que la tormenta se pare ahora!( A modo de orden). Los fuertes vientos aumentaban su velocidad, no tenían clemencia y hacían oídos sordos a las súplicas El temor se potenciaba en ellas. Comenzaron a cantar con vos angelical pretendiendo opacar el feroz rugido. La ternura que me provocaron estas valientes criat...
A veces soy solo aquello que me dicta la imaginación, a veces me enredo en palabras sin sentido para algunos y con mucho o poco significado para otros. A veces soy solo ideas. Otras veces soy frases y otras emociones. A veces soy solo el caos en la constante tormenta energética del universo... pero la mayoría de las veces simplemente soy yo y tu compañía. Eva