Nadie se habría imaginado que llegaría tan repentinamente el final de sus días. Era tan enérgica y a pesar de sus noventa y pico, ocultos en una enorme sonrisa diaria. Tristemente, parece ser, que ocultaba un malestar profundo al que a nadie había dado a conocer. Que más decir que era la alegría de la casa, la revoltosa que madrugaba y nadie dejaba abrir los ojos por las mañanas sin darle un pequeño zurraso con la almohada, la¿ que velozmente y sin temblar quitaba de debajo de la cabeza de sus nietos, y del que ni la nuera se salvaba. Antonia, se habría de irse de este mundo aquella mañana, tras un silencioso infarto que no dio tiempo a nadie para un último abrazo. El velatorio estaba repleto de familiares y amigos que iban a despedirse, la prima Magdalena no paraba de darle golpes al ataúd … - ¿Por qué? ... ¿por qué?... por… queeeeaaahhhhhh….- sollozaba , aferrada a los pies de la abuela y llenándola de lágrimas. Llegado el momento de darle el último adiós… -¡Que la ino...
A veces soy solo aquello que me dicta la imaginación, a veces me enredo en palabras sin sentido para algunos y con mucho o poco significado para otros. A veces soy solo ideas. Otras veces soy frases y otras emociones. A veces soy solo el caos en la constante tormenta energética del universo... pero la mayoría de las veces simplemente soy yo y tu compañía. Eva