Vuelvo a levantarme, una y otra vez. Pintando en mi rostro la sonrisa de un arlequín; le sonrío al mundo mientras aplaude al triste payaso de circo, que soy, en su brillante actuación.
Caídas de las que me levanto airosa en un échappé sauté, golpes y humillaciones simuladas en piruetas, que gran actuación... me paro ante el público, me inclino, me aplauden... y sonrío.
Payaso triste de circo con la felicidad pintada en el rostro, la función aún no llega a su fin. Que nadie pueda ver lo que oculta el maquillaje, hasta que baje el telón... y nos encontremos el espejo y mi verdadero yo....