Alondra
tienes un lugar exclusivo
en mi corazón ,
tu trono,
a la espera de anidarte
de acurrucarte,
entre mis brazos
sobre mi pecho.
Alondra,
canto sobresaliente entre ruiseñores
en mis oidos.
Reina del trigo dorado
que en mi vientre adornaron tus cabellos.
Vuela niña mia
que tu vuelo sea alto,
sobre los campos
donde el soberano ve al hombre darle vida al sembradio
y en manos del mismo destino
ve cegar la cosecha
o antes morir
a causa del inclemente temperamento del tiempo.
Alondra,
niña mía,
vuela si quieres
domina tu libertad,
porque tu vida por mas mia que la crea
tuya será por siempre,
a ti te pertenece
el arte de aprender a amar,
de abolir el sufrimiento con sabiduría...
Pero nada se nace sabiendo
por mas que las alas al viento nos hagan creernos dueños del universo.
Que todo lo hemos visto
y que nada nos queda por ver
siendo dueños sin ser,
en lo absoluto,
de la verdad y la razón.
Alondra,
en las tierras de mi vientre
fuiste fruto de la luz...
Vuela niña mía
tu trono permanecerá intacto,
esperando,
sentarte en mi regazo
para cuando quieras volver.