Las puertas de mi mágico mundo están abiertas para que entres a descubrirlo.
Quítate los zapatos, no los necesitas para caminar en el abismo de la locura.
Toda mi vida me dediqué a improvisar mi historia en borrador, llena de tachones y líneas mal escritas con algunos destellos que irradiaban algo de luz entre la inmensa oscuridad.
Siempre creí que para hacer un buen libro debía simplemente buscar nuevas ideas, nuevas inspiraciones, pero en la búsqueda el libro quedaba incompleto y la historia nunca adquiría una trama completa; sólo algunos personajes de esa historia lograban darle sentido, pero una parte seguía incompleta.
Me tomé un tiempo para retirarme a reflexionar ¿que debía hacer?. Tomé mi historia, me quedé con esos personajes a los que amé desde que fueron concebidos y de los cuales las páginas que había escrito sobre ellos eran las únicas que estaban perfectamente narradas. No había manchas, ni tachones, eran perfectamente puras. Fue entonces que entendí que debía quedarme solo con ellas, porque en ellas había amor, porque en ellas estaba mi alma y entre sus letras estaba oculto mi ser.
Tomé el resto del libro, me deshice por completo del resto de las páginas y esperé... nuevamente coloqué en él hojas en blanco, conservando siempre mis páginas favoritas, las que había preservado por su pureza.
Finalmente dejé de buscar, las ideas y la inspiración llegaron a mí, desde la distancia, envuelta en ese personaje que me impulsó a escribir, a un nuevo comienzo.
Hoy aquí me encuentro con todos los personajes que necesito, iniciando la historia más bonita...
¿Te sumas a ella?
Evangelina S. Vilche
Con amor a mis personajes favoritos, mis niñas. |
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