Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de junio, 2016

ANGEL DE LA SOLEDAD

Mis manos están tendidas hacia ti. Mis alas se extienden en vuelo, buscando sentir el calor de tus manos apoyadas sobre las mías. Ten, en ellas llevo un corazón partido en mil pedazos. Busca entre cada partícula aquella que aún palpita. Devuélveme la vida o llévame a la muerte. Mis brazos están abiertos preparados para recibirte en mi destino, ¿eres tú el final de este sinuoso camino por el que debo transitar? Mi alma camina entre las sombras, y en mi pecho arde con furia el vacío de la soledad. Ángel, estoy condenada a ti debatiéndome entre la vida y la muerte. Envuelta entre tu nube gris voy buscando escapar y a la vez entregarme, me sacudo como un torbellino buscando generar una tormenta que consuma el dolor que me martiriza. Hay algo más allá de mí. Algo nuevo nace, hay algo que me motiva un sentimiento que jamás había sentido, hay alguien que me atrae como un imán, una fuerza magnética. Una voz tenue sacude mi ser: “guerrera de las sombras, te espero co...

SOLDADO UNIVERSAL

Cada puesta de sol, la memoria se le hacía añicos. El presente se disolvía y un fugaz retroceso mental perpetuaba sus recuerdos. A paso firme marchaba en el batallón, marcando cada latido de su pecho bajo el compáz del redoblante. Fúsil en mano, camuflado con el palo de la escoba y la cabeza protegida bajo un viejo balde de zinc oxidado.  Una lata de anchoas guarecía las pequeñas  canicas que usaba de municiones, esas que dificultosamente intentaba cargar en una sorbatana que guardaba en sus bolsillos. La abuela se había vuelto el terror de las calles. Parece ser que no fue muy buena idea que la jubilaran del ejército. Desde ese entonces, sale a diario a desperdigar esquirlas de recuerdos de guerra, esa que tanto afectó su vida después de que el abuelo cayera muerto en batalla. Dicen que papá ya estaba en su vientre cuando esto sucedió, y es por eso que no deja faltar la almohadilla oculta bajo su ropa, la que acaricia constantemente buscando recibir una inanimada patadi...

UN MILLÓN DE ESTRELLLAS

Salí de casa pasada la media noche, el azabache del cielo dejaba relucir, como nunca antes había visto, a cada una de las inalcanzables luciérnagas que lo adornaban. La luna, siempre sonriente y el sembradío mullido, sobre el que se asentaban mis pies me hicieron su anfitriona; invitándome a que me alejara de las paredes y me sentara en el potrero. Tan mágico y espléndido se veía todo que no necesité de una farola para guiar mis pasos. Allí me quedé mirando hacia arriba. Buscando en el más allá del cosmos aquello que mis ojos no lograban ver, y mi imaginación podía alcanzar. Los vi acercarse. En un principio parecían diminutos puntos de luz zigzagueantes por el infinito. Luego fueron creciendo. Tomaron forma de soles de múltiples y variados colores, de una gama que , a decir verdad, no sabía que existían. Invento de mi mente, pensé, o tal vez algo que comí me indigestó y me hacia alucinar. Pero no. En un principio eran unos pocos, en unas fracciones de segu...

Noctámbula...

En la oscuridad de esta noche, fijo mis ojos en una pequeña abertura perpendicular a la puerta, en donde la única luz que alumbra la calle se escurre y al llegar a mí se vuelve obsoleta... Todo lo que puedo sentir entre las sombras de mi llanto y lo que dejó de mi alma, es el ferviente deseo de que esta noche nunca termine porque le temo al mañana... La tinta del caos
TIERRA DE NADIE Me has recorrido tu, surc ando cada detalle de mi mapa.  Yendo y  viniendo como viajero sin destino, como sombra oculta bajo un alero de nubes en día de invierno. Y tan solo una maleta, en la que sin razón y sin sentido apretujan los los recuerdos tras unos harapos viejos. Sin siquiera saber si era lo que esperabas. Sin pertenecer a este mundo infeliz donde la luz es una utopía tras la fachada de una cristalina mirada llena de falsas expectativas. Has recorrido mis sombrías emociones, has abrazado mis lágrimas, has traspasado mi límite para llevarme hacia donde pertenezco, pero no creo. Me has recorrido tu, b risa suave sin documento. S in identidad la tuya, y la  mía.  Locura  de amarte, de dejarme y someterme a tus caricias suaves que desnudaron mi perfume hasta  arrebatarme el sudor de la  piel. Desconocido.  Mío  tu mundo viajero, a tu camino pertenezco y en tus caminos me pierdo... Dime viajero...